El pasado mes de abril, un vecino de esa localidad madrileña se dirigió al concesionario de automóviles que regentaba el ahora detenido con la ntención de adquirir un vehículo, para lo que entregó una entrada como primer pago.

Aunque el industrial debía darle el coche una semana más tarde, pasado un mes de la transacción, el cliente seguía sin tener noticias de su vehículo, por lo que presentó una denuncia ante comisaría.

Días más tarde, los funcionarios recibieron otras cinco denuncias contra el empresario y por el mismo motivo. En algunos de esos casos, los denunciantes afirmaron que el presunto estafador llegó a solicitar él mismo crditos bancarios a nombre de los compradores, sin su consentimiento.

Cuando la policía comenzó las investigaciones, el industrial había cerrado el concesionario y había huído a Alemania y a Cuba junto a su familia.

Tras una ausencia de cuatro meses, el presunto estafador regresó a su domicilio donde permaneció oculto. Los agentes, que sometieron la vivienda a una vigilancia intensiva, consiguieron localizarle porque la hija menor del denunciado compraba todos los días un puro en un bar cercano.

Durante el registro de la vivienda, la policía descubrió numerosos formularios de solicitud de préstamo, así como documentaciones de presuntos clientes interesados en la adquisición de vehículos que había falsificado.

El detenido, que posee antecedentes por estafa, pasó ayer a disposición judicial.