Los detenidos eran considerados "muy peligros" por la Policía, pues mostraban una gran violencia en sus asaltos, siempre iban armados y no les importaba que hubiera propietarios en el interior de las viviendas en el momento en el que entraban a robar, según informa una nota del Ministerio del Interior.

Debido a su preparación militar, los tres miembros de la banda trabajaban con total minuciosidad, empleando todo tipo de herramientas especializadas, y eran expertos en el empleo de armas de fuego.

El grupo operaba buscando poblaciones en las que existieran urbanizaciones aisladas del núcleo urbano y localizando casas como posibles objetivos. Una vez fijados estos objetivos, los detenidos hacían labores de observación registrando las características de los edificios, así como los movimientos de los miembros de las familias.

Durante los asaltos, que siempre se producían de noche, uno de los miembros del grupo se quedaba en un coche en el exterior de la vivienda para alertar a sus compañeros si aparecía por la zona alguna patrulla policial.

La Policía inició las investigaciones al constatar que el jefe del grupo realizaba numerosos desplazamientos nocturnos a poblaciones del norte de la provincia de Toledo, en los que deambulaba largo rato por el interior de los pueblos.

Ayer por la noche, los agentes de la policía establecieron un amplio dispositivo para seguir al grupo desde su domicilio en Valdemoro (Madrid) hasta Carranque (Toledo). Fueron detenidos ya de madrugada cuando descendían del coche de vuelta en su domicilio de Valdemoro.