Los arrestados son Cristian Andrés Copola, de 30 años; Marcelo Andrés Araya López, de 20, y Cristian Indalecio Torroba Seguel, de 18. En su domicilio de la calle Chillida número 1, que varios compinches de los detenidos intentaron forzar al enterarse del arresto, los agentes de la comisaría de Barajas hallaron 63 piezas de joyería, 23 cámaras fotográficas, cassetes, radios y calculadoras.

Asimismo, los funcionarios policiales encontraron ocultos 5 pasportes y numerosas tarjetas de créditos, una pastilla de 250 gramos de hachís, un sable y un puñal de samurai y dos armas blancas.

Los tres descuideros diversificaban su trabajo y mientras uno distraía a un turista solicitándole información, los otros dos sustraían algunos de los bultos que la víctima transportaba en su portamaletas.

Las investigaciones dieron los primeros resultados tras las declaraciones de un ciudadano holandés que explicó como tres individuos huían en un citrôen después de roarle una de sus maletas mediante ese "modus operandi".

Los servicios policiales del aeropuerto incrementaron la vigilancia en los días siguientes a la denuncia y los tres descuideros fueron detenidos cuando intentaron proceder a un nuevo delito. Las autoridades policiales gestionan la devolución a sus respectivos dueños de los objetos intervenidos a los chilenos.