Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid, en los nueve registros realizados en la ciudad de Madrid se han recuperado gran cantidad de efectos provenientes de los robos cometidos, además de armas de fuego y armas blancas.

A los detenidos se les imputan 16 sustracciones de vehículos, 17 robos con fuerza y otros 5 con violencia y/o intimidación,5 delitos contra la seguridad vial, 7 de daños, 4 delitos de lesiones, un delito de omisión del deber de socorro, 4 hurtos, 3 falsificaciones de documentos oficiales, un delito contra la salud pública y un delito de asociación ilícita.

Los detenidos son David H.H., de 28 años; José M.M., de 22; Raúl P.M., de 30; Azzeddine A.H., de 20; Jesús M.M., de 25, y Adela B.D., de 20 años, todos ellos con numerosos antecedentes policiales. También ha sido arrestada Mercedes G.R., de 23 años, la única que carece de antecedentes.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de agosto, tras la sustracción de dos vehículos de gran cilindrada en Pozuelo de Alarcón, con los que más tarde huyeron los autores de varios robos con fuerza, hurtos y robos con violencia.

Los vehículos eran sustraídos por diferentes métodos, pero lo más habitual era conseguirlos en concesionarios de automóviles, en centros de ocio o en estaciones de servicio. Los delincuentes conseguían las llaves originales de los coches para así poderlos estacionar perfectamente cerrados, sin indicios que demostraran que se trataba de coches sustraídos.

Según la Policía, a estos delincuentes se les imputan por el momento hasta 16 sustracciones de vehículos, un par de ellas en grado de tentativa. Los 17 robos con fuerza que se les atribuyen consistían bien en alunizajes (de concesionarios de coches, bares y restaurantes, perfumerías, farmacias ),bien en asaltos a repartidores utilizando la fuerza o aprovechándose de un descuido para robar la carga de camiones y furgonetas.

Los delitos de lesiones eran perpetrados contra las víctimas de sus robos en aquellos casos en que eran sorprendidos o se les dificultaba la huida, ocasionando en muchos casos daños también a otros vehículos o mobiliario urbano. También se les imputan 4 delitos de falsificación de documentos oficiales al utilizar placas de vehículos falsas para sus coches.

En los nueve registros domiciliarios llevados a cabo en esta operación, todos ellos situados en la capital, los policías se incautaron de prendas de marca, perfumes, móviles y aparatos electrónicos, además de armas de fuego y blancas y numerosa cartuchería.