Según informó hoy la Policía, los detenidos, que tenían su centro de operaciones en Valencia, colocaban los billetes, de gran calidad, mediante compras en peluquerías, mercerías y pequeños comercios que no disponían de dispositivos para comprobar su autenticidad

Los agentes se han incautado de casi 10.000 billetes falsificados en los últimos años, la mayoría en Valencia, pero también en otras provincias, como Alicante, Barcelona o Madrid.

El taller de falsificación se encontraba situado en el domicilio del cabeza de familia, donde se llevaba a cabo la impresión de los billetes falsos, la imitación de las medidas de seguridad y su almacenaje. Además, una vez elaboradas las falsificaciones, envejecían cada una de las copias para hacerlas pasar más inadvertidas.

Una vez preparada una partida de billetes, cada uno de los componentes del grupo realizaba compras de escaso valor en establecimientos al por menor de toda la geografía española.

Para ello viajaban de forma prácticamente semanal a diferentes localidades. Una vez elegido el lugar, se instalaban durante varios días en un hotel, que les servía de centro de operaciones. Después seleccionaban el establecimiento donde colocar los billetes falsos, principalmente peluquerías y mercerías pequeñas donde no existieran dispositivos para verificar su autenticidad.

El grupo desarticulado ya se dedicaba a la falsificación de billetes de 5.000 pesetas antes de dedicarse a los billetes de euro, experiencia que les ha permitido realizar unas copias de gran calidad que introducían con facilidad en el circuito económico.