Sobre las 16,30 horas de ese día fue descubierto el cadáver de Moisés en la caseta de una obra situada en el número 3 de la Travesía de Cabestreros. Aunque junto al cuerpo no se encontró jeringuilla alguna ni restos de estupefaciente, todo parecía indicar que la causa del fallecimiento había sido una sobredosis o adulteración de droga.

Los funcionarios policiales encargados delcaso averiguaron que la víctima había sido vista esa misma mañana en compañía de un norteafricano. Tras las correspondientes pesquisas, el pasado lunes fue identificado y detenido el marroquí Mohamed Lardi Salama, de 23 años.

Lardi declaró que el 28 de octubre por la mañana Moisés P. y él fueron contratados para realizar un trabajo de albañilería en la Travesía de Cabestreros.

Pero antes de dirigirse al tajo, gastaron parte de las 5.000 pesetas que les había adelantado el patrón en la compra de agunas herramientas y la cantidad restante la empleó Moisés en adquirir una papelina de heroína a un "camello" en la plaza de Lavapiés.

Siempre según Lardi, al llegar a la obra, su compañero se introdujo en la caseta habilitada como vestuario, mientras él se dirigió a un bar próximo.

Al regresar, media hora más tarde, Lardi se encontró con que Moisés estaba muy enfermo y padecía fuertes convulsiones, por lo que informó de ello al encargado, José Luis Fernández García, de 39 años.

Fernández Gacía se negó a llamar a un médico y, además, le recomendó a Lardi que guardase silencio sobre lo ocurrido. Cuando volvió junto a su compañero, éste ya había fallecido.

La policía ha podido identificar al ciudadano libanés de 21 años Kamall Omar como el presunto traficante que vendió la papelina de heroína, por lo que fue detenido en el distrito, al igual que el encargado de la obra.