La investigación, llevada a cabo por el Grupo XII y el GRUME (Grupo de Menores) de la Brigada de Policía Judicial, la inició a finales de febrero la policía portuguesa a través de Interpol.

Los policías porugueses viajaron a Madrid acompañados de un menor para informar a los agentes españoles de que había desaparecido otro menor, amigo del primero, después de que dos adultos les prometieran un trabajo remunerado en España. El 28 de enero los menores abandonaron Portugal, pero sin conocimiento ni consentimiento de sus familiares.

A su llegada a España, uno de los menores logró huir a Portugal, donde interpuso la denuncia tanto por su desaparición como por la de su amigo. Tras varias investigaciones, la Plicía localizó en un asentamiento de distintas etnias en las proximidades de Barajas a uno de los hombres que protagonizaron el secuestro Joao Abilio M., que fue detenido. Días después arrestaron al otro presunto secuestrador.