Se trata de José Carlos Bravo del Amo, de 27 años, y Manuel Linares Ruano, de 28. El primero disfrutaba de régimen abierto en la prisión de Yeserías, mientras que el segundo había sido arrestado en seis ocasiones, las dos últimas por robo con fuerza y tráfico de drogas.

Hacia las tres de la tarde,los dos atracadores irrumpieron en la citada oficina bancaria armados con sendas pistolas y, tras amenazar a los empleados, se apoderaron de 417.000 pesetas.

Durante el atraco saltó la alarma y varias dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía acudieron al lugar antes de que se fugaran los asaltantes, tomando posiciones en torno a la agencia.

Al percatarse de la presencia policial, los delincuentes obligaron al director del banco a que advirtiera a los agentes que si no se retiraban dispararían cotra el interventor, al que tenían encañoñado.

Los funcionarios simularon marcharse y, cuando los dos atracadores se disponían a salir de la sucursal con el interventor como rehén, fueron reducidos y desarmados por los policías. Los detenidos tenían una pistola del calibre 9 milímetros "parabellum" y otra de aire comprimido.