El grupo de fugados estaba compuesto por siete rumanos, dos marroquíes, un argelino y un palestino. El procedimiento de escape fue el mismo y por igual sitio que en otras ocasione, arrancar los barrotes de una habitación del centro, cuya pared exterior da a una escollera, y descolgarse afuera.

Fuentes policiales informaron a Servimedia que esta habitación estaba sellada, pero los internos forzaron la puerta. Es imposible situar ningún vigilante en este lugar, porque da a un acantilado que no se divisa desde ningún punto del centro de acogida.

Los inmigrantes argelinos y rumanos son los que con más asiduidad tratan de fugarse, pues los marroquíes y otras gentes del sur de frica prefieren esperar los 40 días preceptivos para ser liberados, a sabiendas de que es difícil su repatriación.

En la actualidad el Centro de Acogida de Inmigrantes de Tarifa tiene 20 internos, la mayoría rumanos sorprendidos como polizones en el puerto de Cádiz. También hay un chino.