Según la Policía, el grupo criminal disponía de cuatro zulos en los que ocultaban los útiles para cometer los robos, entre los que están mazas, hachas, palanquetas y radiales.

Estos zulos estaban situados en parajes de difícil acceso. Generalmente, se trataba de oquedades cubiertas por escombros o ramas que, según los investigadores, constituye una nota característica de la forma de operar de estos grupos.

Los 11 arrestados, con edades comprendidas entre los 21 y los 44 años, son los presuntos autores de una docena de robos con fuerza mediante el procedimiento del butrón y asaltos a viviendas unifamiliares cometidos en distintas localidades de Madrid, Zaragoza, Guadalajara, Burgos, Cádiz y Toledo.

ASENTADOS EN MADRID

La investigación se inició el pasado mes de noviembre en Zaragoza a raíz de las denuncias por robo en el interior de domicilios. El botín de estos ilícitos consistía en dinero, joyas y diversos efectos personales.

Después de varias gestiones, los investigadores averiguaron que las personas que habían perpetrado estos robos residían en Madrid, concretamente en los distritos de Usera y Carabanchel.

Los agentes se toparon desde el comienzo con numerosos obstáculos toda vez que el grupo tenía mucha movilidad, ya que no dudaban en recorrer cientos de kilómetros para desplazarse a las ciudades de Burgos, Guadalajara o Cádiz paracometer los robos e inmediatamente regresar de vuelta a Madrid, donde tenían sus domicilios.

Además, los agentes comprobaron que los miembros de este grupo seleccionaban cuidadosamente los objetos que sustraían en sus asaltos, en su mayoría dinero en metálico o efectos anónimos. Con esto evitaban su identificación por parte de sus propietarios en caso de ser recuperados por la Policía, lo que les ayudaba a eludir la acción de la Justicia.