Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid, la víctima era un hombre de 64 años que murió prácticamente en el acto. Su cuerpo quedó sobre el capó, empotrado en el cristal delantero. El suceso tuvo lugar el pasado lunes, poco después de la una de la madrugada, cuando el conductor de un Seat Córdoba, con matrícula de Madrid, atropelló al anciano. El piloto, sin detenerse a nada, dejó allí el coche, con el cuerpo de la víctima empotrado en el parabrisas.

La investigación quedó en manos del Grupo V de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial, que averiguó que el vehículo estaba a nombre de una ciudadana ecuatoriana, domiciliada en Benavente (Zamora).

Además, nadie había denunciado la sustracción del automóvil, dentro del cual la policía encontró, entre otros papeles, un pasaporte y un permiso de conducir a nombre de un ciudadano ecuatoriano, que podría ser el conductor.

En los distintos documentos aparecían varios domicilios, uno en la avenida de la Albufera, en Madrid, que también figuraba en otros de la dueña del coche, que resultó ser la esposa del sospechoso.

Así, los agentes del Grupo V de Homicidios establecieron vigilancias en torno a dichas direcciones, con el fin de detectar y detener al sospechoso. Así se localizó a la esposa, que declaró que desde el día anterior no sabía nada del marido, que se había llevado el coche y que no contestaba a sus llamadas telefónicas.

Con estos datos, se emitió una orden de busca y captura contra Wilson Manuel F.C., quien, a primera hora de la mañana, se puso en contacto telefónico con los agentes.

Explicó que su mujer le había dicho que le buscaba la policía, reconoció los hechos y se entregó minutos después a los agentes.