Hace días, una empresa situada en la plaza Manolete presentó una denuncia en la comisaría de Tetuán por un posible fraude de 300.000 pesetas, detectado al recibir el extracto bancario. En l documento figuraba el cobro de tres talones que no había sido librados por la sociedad.

La policía descubrió que los cheques habían sido cobrados por un hombre identificado como Miguel Angel Llamas Sánchez, que los había falsificado escribiendo una cantidad de 100.000 pesetas en cada uno. Además, en la empresa se echaron en falta otros talones en blanco.

Tras investigar al presunto falsificador y cobrador, los agentes encargados del caso descubrieron que en la sociedad titular de la cuenta trabjaba como limpiadora la esposa de Miguel Angel Llamas, María Elena García. Ambos fueron detenidos ayer en su domicilio.

Tanto el hombre como la mujer reconocieron su implicación en los delitos que se les imputan.