Según informó el Ministerio del Interior, la investigación se inició a finales de febrero a raíz de la denuncia de un usuario de redes sociales, que alertó de un vídeo en el que se observaba a un motorista circulando a 300 kilómetros por hora en la autopista madrileña M-50.

Los agentes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia, a través del perfil de redes sociales del usuario que difundió el vídeo, detectaron otras tres publicaciones en las que el mismo motorista cometía infracciones similares

En la primera de las publicaciones se observaba al motorista circulando a una velocidad de 290 kilómetros por hora a lo largo de la M-50 y en un tramo que engloba el túnel de Perales del Río, llegando a superar los 300 kilómetros por hora en algún momento.

EN UNA VÍA LIMITADA A 50

Otra de las publicaciones subida por el mismo usuario mostraba al mismo motorista a 213 kilómetros por hora en la autovía A-42, en dirección Madrid. En un tercer vídeo se observaba al individuo circulando en la M-50, a una velocidad de 290 kilómetros por hora.

Un cuarto vídeo le mostraba circulando en un tramo de la A-42, desde la Plaza Elíptica hacia Madrid centro, a una velocidad de 115 kilómetros por hora en un tramo limitado a 50 y a 280 por hora donde el límite de velocidad se encuentra establecido en 90 kilómetros por hora.

Los investigadores determinaron que la motocicleta que aparecía en todos los vídeos era la misma y que el conductor llevaba la placa de la matrícula doblada hacia el interior para impedir su identificación.

Tras diversas pesquisas identificaron al usuario de la red social que publicaba los vídeos, y descubrieron que a su nombre estaba registrada una motocicleta de la misma marca y modelo que la usada en las infracciones. Por este motivo fue arrestado en la localidad madrileña de Parla como presunto autor de varios delitos contra la seguridad vial.