Actuaba normalmente con un compinche, aún pendiente de identificar y detener y su arresto fue posible gracias a un dispositivo "ad-hoc"en los lugares y franjas horarias en que operaban, según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Las actividades delictivas de esta pareja comenzaron a primeros de marzo. Hasta la comisaría de Usera-Villaverde y de otros distritos limítrofes llegaron numerosas denuncias de chicos menores de edad que habían sido asaltados por odos chicos a la salida de sus colegios o en parques cercanos. A uno lo describían como de "aspecto marroquí" y el segundo, español. Ambos muy jóvenes y casi siempre armados.

Su modus operandi era siempre el mismo: elegían como víctimas a estudiantes que fueran solos, sin compañía paterna, en franjas horarias que comprendían la salida de clase del mediodía ( entre las 14.00 y 15.00 horas) y las inmediatamente siguientes al término de la jornada de la tarde.

Siempre actuaban en lugares públicos: en plena víao parques, y conintimidación verbal; a la menor oposición sacaban una rama blanca, en concreto una navaja de mariposa.

Buscaban los efectos de valor que las víctimas pudieran llevar encima: desde un móvil o reproductores de MP-3, hasta pulseras, mochilas, cazadoras, etcétera.

Estos robos habían generado un lógico clima de malestar y gran alarma social entre los chicos, sus padres y los responsables de los colegios.