El primer atropello ocurrió a la una de la madrugada en la calle Bravo Murillo, cerca de a Glorieta de Quevedo, cuando el presunto delincuente, que conducía un "Ford Fiesta" de color rojo, con matrícula M-4710-AF, se llevó por delante un ciclomotor en el que viajaban dos personas, que resultaron heridas.

A pesar de que el individuo emprendió inmediatamente la fuga, un testigo presencial comunicó a los funcionarios municipales el número de la matrícula del coche.

Tras un rastreo por la zona, los agentes interceptaron el turismo en la confluencia de las calles Gran Vía y Red de San Lui, y detuvieron al conductor.

Los policías descubrieron que el vehículo, con el que minutos antes el detenido había arrollado a otro motociclista que también resultó herido, era robado.

Por otro lado, un automovilista derribó ayer cuatro metros de muro y dos paredes, al salirse de la calzada y chocar contra las fachadas de unas fincas, tras perder el control de su vehículo.

El accidente ocurrió cerca de las once de la pasada noche frente al número 5 de la calle Estrecho de Corea, en el distrio de Ciudad Lineal.

Andrés R.C. perdió el control del turismo que conducía y se estrelló contra otro vehículo estacionado en la calle.

Posteriormente, el automóvil chocó contra un muro que rodea unas instalaciones de la compañía Unión Fenosa, derribando cuatro metros. Además, el coche se empotró contra dos paredes de unos establecimientos contiguos, que también fueron derribadas como consecuencia del impacto.

A pesar de la aparatosidad del accidente, el conductor resultó ileso. Hasta esta maana, la policía desconocía con exactitud las causas del siniestro, aunque es probable que se debiera a un exceso de velocidad.