En el momento del arresto le fue incautado un teléfono portátil, unido a un cable bipolar de cinco metros de longitud, que terminaba en dos pinzas electrónicas.

Los hechos se produjeron cuando la dotación de un vehículo- radiopatrulla del Cuerpo Nacional de Policía, que controlaba el sector correspondiente a la Avenida del Dos de Mayo y aledaños, vio al joven en actitud recelosa dentro de una cabina de teléfoos.

Los agentes comprobaron que el delincuente había interrumpido la comunicación internacional que mantenía desde un auricular diferente al destinado al público, sin adecuarse, por tanto, a las tarifas establecidas por Teléfonica. El detenido había derivado la línea hasta las pinzas de su aparato portátil.

La comisaría de Móstoles remitió ayer las diligencias pertinentes a la autoridad judicial. El arrestado no poseía antecedentes penales y en junio pasado solicitó la condición de refugiado políico.