Según el relato de la víctima, ésta acudió en su coche con unas amigas a la discoteca del cercano pueblo de Lozoyuela. Allí se encontró con un convecio, quien le preguntó si lo podía trasladar a Buitrago cuando ella regresara, pues no disponía de vehículo.

La mujer le dijo que sí y sobre las cinco de la madrugada regresaron ambos en compañía del grupo de amigos.

Llegados a Buitrago y cuando los compañeros se despidieron, Sanz Fernández obligó a la joven a caminar a pie hasta la muralla de la villa, donde la golpeó y consumó la violación.

Aturdida por lo ocurrido, la mujer no se atrevió a denunciar la violación ni las lesiones en el pueblo Sin embargo, el lunes viajó a Madrid y se presentó en la Brigada de Policía Judicial, donde relató lo sucedido y presentó un parte médico en el que constaban diversas erosiones y contusiones en las regiones escapular, dorsal, nasal y bucal.

Por su parte, el presunto violador, Francisco Sanz Fernández, sin antecedentes policiales, negó la acusación formulada contra él.