El reclamado fue condenado en España por un delito de agresión sexual continuado a una menor, hija de su expareja, durante siete años, a la que mantuvo amenazada durante todo el tiempo para que no contara nada a su madre. Al cumplir la víctima 14 años, decidió desvelar los hechos. Presentó denuncia y fue condenado a nueve años de prisión. Sin embargo, en el momento en que se dictó sentencia ya se encontraba en paradero desconocido.

Se inició entonces una compleja investigación que se prolongó durante meses, dado que tomaba numerosas medidas de seguridad. Con todo, se logró averiguar su paradero en la localidad de Saint Georges de Grehaigne (Francia). Los investigadores requirieron a la autoridad judicial española la necesidad de activar los mecanismos de colaboración y cooperación judiciales, con la finalidad de emitir una OEDE contra el reclamado.

Finalmente, fue localizado y detenido por las autoridades francesas en su domicilio el 9 de julio y fue puesto a disposición judicial. El 7 de agosto se llevó a cabo su repatriación a España por parte de agentes de la oficina Sirene (Supplementary Information Request at the National Entries) dependiente de la División de Cooperación Internacional, en un dispositivo coordinado por UFAM.