Las investigaciones comenzaron tras una denuncia presentada en Pamplona, en la que un ciudadano nigeriano declaró que, tras solicitar a la Tesorería General de la Seguridad Social un certificado sobre su vida laboral, había conocido que su identidad estaba siendo utilizada por una o más personas en distintas empresas de diversas ciudades de España, entre ellas una empresa de Madrid dedicada a la construcción y con domicilio social en Mejorada del Campo.

Los agentes se pusieron en contacto con el responsable de esta empresa madrileña y confirmaron que, efectivamente, una persona con esos datos estaba dada de alta en su empresa. Tras revisar una copia de la documentación presentada por este trabajador para ser contratado, se pudo comprobar que el documento entregado a la empresa era íntegramente falso.

El delincuente fue localizado y detenido en una obra de construcción de la localidad madrileña de Paracuellos del Jarama, y una vez identificado plenamente se comprobó que era un ciudadano angoleño al que le constaban numerosos antecedentes policiales y que tenía en vigor una reclamación judicial por un juzgado de Alcalá de Henares.