El presunto violador, cuya identidad no se ha dado a conocer, fue identificado por 7 jóvene, todas ellas de unos 20 años. La policía intenta localizar a la octava víctima, una mujer extranjera, para participar en una rueda de reconocimiento.

El detenido, que ha ingresado en prisión tras declarar ante el juez, no tenía un trabajo estable, carece de antecedentes penales y padece un trastorno mental del que se encuentra en tratamiento, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona.

El presunto violador atacaba normalmente a sus víctimas intimidándolas con un arma blanca cundo éstas regresaban a sus domicilios, especialmente los fines de semana.

El hecho de que borrara siempre las huellas o cualquier resto de su acción dificultó durante muchos meses la labor de la investigación. La policía llegó a utilizar hasta 20 automóviles camuflados en lugares en los que se sospechaba que podía actuar y que abarcaban desde la Avenida Meridiana hasta el barrio de Sants de la ciudad.

La detención tuvo lugar el pasado viernes, después de que a los agentes de la sección contra la ibertad sexual de la policía les llegara la denuncia de la desaparición de un hombre cuya descripción coincidía con la del supuesto violador.