La espectacular persecución comenzó después de que el atracador, acompañado de otrs dos personas, entrara en la sucursal del Banco Santander de la Ronda de Sant Pau, número 80, de Barcelona, donde se apoderó de 400.000 pesetas de un cliente.

Los empleados de la entidad bancaria dieron aviso a la policía, pero cuando llegaron los agentes el atracador ya se había fugado, secuestrando un taxi y amenazando al conductor.

El vehículo fue interceptado por la policía en la calle Urgell. Sin embargo, el atracador consiguió huir y entrar en una vivienda en la que se encontraba una anciaa de 71 años y una asistenta, a las que también amenazó.

La policía consiguió detenerle debajo de la cama de una de las habitaciones del piso y recuperar 370.000 pesetas correspondientes al botín. Además, se incautó de una pistola de fogueo con cinco cartuchos.