Según explicó hoy la Policía, el pasado 22 de abril, un hombre se presentó en una residencia de ancianos, situada en el Paseo de La Habana. Pidió información ya que, según explicó, buscaba un lugar donde ingresar a su madre. Visitó las instalaciones y se marchó, pero regresó pasada media hora con la excusa de esperar a su hermana para tomar una decisión.

En el momento en que la recepcionista quedó sola, se metió en su habitáculo y le dijo: "No te muevas, que te estoy atracando". A continuación, abrió los armarios y la caja fuerte y se apoderó de 300 euros. A los gritos de auxilio de la empleada acudieron sus compañeros y el atracador esgrimió un cuchillo de cocina para obligar a la mujer a facilitarle la salida.

Tres días más tarde, acudió a la comisaría de Chamartín la representante de un colegio infantil, situado en la calle Palma del Río. Declaró que un desconocido había visitado las instalaciones con la excusa de encontrar plaza para su pequeña, de 2 años. Quiso permanecer allí un rato, pues esperaba a su esposa. La denunciante entró en un aula para dar su clase, momento en que el desconocido esgrimió un cuchillo de cocina, se lo puso en el cuello y le dijo: "Si lloras o si gritas, te arranco el corazón". Inmediatamente llevó a la mujer a la planta superior, donde se encontraban otras compañeras. A todas les sustrajo el dinero y objetos de valor.

Por último, el día 26, asaltó a un ciudadano, que acababa de hacer una operación en un cajero automático. También el arma utilizada fue un cuchillo, que le puso al cuello.

La descripción física y su modo de actuar hicieron pensar a los agentes de Chamartín que el autor de estos delitos era el mismo individuo y establecieron un dispositivo en diferentes lugares, en los que sospechaban podría actuar el buscado.

En ellos, llevaron a cabo identificaciones selectivas, esto es, de ciudadanos con características físicas similares a las del autor de los atracos. Entre ellas, se hizo la de Fernando J.R. Ya en dependencias policiales los agentes comprobaron la implicación del sospechoso en cinco atracos a otros tantos viandantes, que lo reconocieron sin género de dudas. Ha pasado adisposición judicial.