El "modus operandi" de estos dos individuos consistía en asaltar a los "camellos" a punta de pistola, con tarjetas de identida falsas de la institución de la Guardia Civil, en el momento en el que se producía el intercambio de la droga por el dinero.

En algunas ocasiones, y no contentos con robar a los narcotraficantes, los detenidos apaleaban a sus víctimas. En una ocasión después de dar una paliza a dos marroquíes, a uno de ellos le seccionaron un dedo con un hacha por no informarles de donde se encontraba la droga con la que pretendían hacerse, según fuentes de Interior.

En la operación, denominada "Filo", se han incutado de un arma del calibre 9 mm parabellum y 70 cartuchos, así como una cartera con placa de la Guardia Civil acompañada de una fotocopia del carnet profesional del cuerpo. También se intervinieron varios grilletes, pelucas y bigotes postizos y numerosos papapeles del tamaño de un billete de 50 euros que servían para rellenar los maletines con los que supuestamente se realizaban los pagos.