Según informó hoy el Ministerio del Interior, la primera intervención se produjo a primera hora de ayer, cuando los miembros de la Guardia Civil destacados en Barajas que se encontraban realizando labores de reconocimiento de personas y equipajes de un vuelo proceente de Buenos Aires, localizaron a un pasajero que les despertó sospechas por su forma de caminar.

Tras realizar un examen exhaustivo a los zapatos que calzaba, los agentes localizaron 650 gramos de una sustancia que, una vez analizada, resultó ser cocaína. El portador de la mercancía era un súbdito argentino de 36 años.

En el mismo vuelo procedente de Buenos Aires viajaba otra persona, G.P., de 30 años que presentaba los mismos síntomas que su compatriota anterior, por lo que, tras analizar el quipaje y en concreto el calzado, la Guardia Civil encontró 500 gramos de cocaína.

Unas horas después, los agentes destinados en el aeropuerto madrileño localizaron en un vuelo procedente de las Antillas Holandesas a un pasajero que portaba una faja de cocaína y al que también hallaron sustancia estupefaciente oculta en el doble fondo de las plantillas de sus zapatos. El detenido, J.P.G., de 31 años, es de nacionalidad española y pretendía continuar su viaje con destino a Valencia.

A lo largo de a tarde de ayer fueron detenidas dos personas más en Barajas. La primera de ellas, de origen venezolano y proveniente en un vuelo de Curaçao, pretendía introducir oculto en su organismo mas de 800 gramos de cocaína. Minutos más tarde, la Guardia Civil localizó a otra persona de Nigeria que venía en un vuelo de Amsterdam que, utilizando la misma técnica, intentaba introducir medio kilo de cocaína en nuestro país.