La operación comenzó en septiembre, cuando la Guardia Civil descubrió que se estaba produciendo algún tipo de estafa recargando las tarjetas de los móviles a través de cajeros automáticos de determinadas sucursales bancarias.

Para cometer la estafa, utilizaban tarjetas bancarias sin saldo y, manipulando el teléfono, conseguían recargarlo pese a no tener saldo. Para ello, los estafadoreshabían detectado un fallo en la seguridad de los cajeros, que permitía la recarga sin necesidad de saldo en la cuenta corriente.

Los detenidos actuaban principalmente en el municipio de Santa Cruz de la Palma, aunque también se han detectado operaciones fraudulentas de este tipo en las localidades de Barlovento, San Andrés y Sauces, Palma, Fuencaliente, El Paso y Los Llanos de Ariadne.