Según informó hoy la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, en la primera de las aprehensiones los agentes destacados en el aeropuerto de Barajas de Madrid interceptaron una maleta que contenía más de tres kilogramos de cocaína.

En esta ocasión, la detección fue realizada por Azor, un perro especialista en la búsqueda de sustancias estupefacienes. En uno de los reconocimientos rutinarios que se realizan en todos los vuelos, el perro señaló una maleta. Tras una inspección más detallada se descubría que el equipaje portaba un doble fondo donde iba oculta la droga.

Asimismo, en la jornada del pasado lunes, los agentes detuvieron a seis personas presuntos autores de un delito contra la salud pública. Estas detenciones se produjeron en tres operaciones distintas y en ellas se incautaron dos kilogramos de heroína y casi cuatro de cocaína.

Enla primera de las intervenciones los agentes identificaron a un joven de 32 años que procedía de un vuelo de Nueva York. Llevaba una faja adosada al abdomen con dos kilogramos de heroína.

Minutos después los Especialistas de la Benemérita localizaron a una persona que provenía de un vuelo de Chile. El viajero, de 45 años, se disponía a pasar en control de equipajes cuando los agentes observaron que calzaba unas zapatillas cuya suela presentaba un grosor superior al habitual. Una vez efectuada la inspeción del calzado localizaron en unas dobles suelas casi dos kilogramos de cocaína, y en el equipaje una caja de bombones en la que se había empleado cerca de un kilogramo de cocaína para el relleno de chocolates.

La tercera intervención de ese día se saldó con la detención de cuatro personas procedentes de Colombia que portaban en el interior de su organismo cerca de un kilogramo de cocaína distribuido en 90 bolas.

Dos días después llegaba al aeropuerto de Barajas un paquete procedente de Ecuadorcuyo contenido, según la documentación, debía ser leche en polvo. Esta circunstancia llamó la atención de los agentes, quienes procedieron a su apertura y análisis y comprobaron que lo que realmente portaba era más de un kilogramo de cocaína mezclado con la sustancia láctea. Al día siguiente se montó un servicio de vigilancia y se logró la detención de tres presuntos receptores del alimento infantil.

La última aprehensión se efectuó en el día de ayer. En esta ocasión la Guardia Civil, en colaboración on uno de los perros destacados en el aeropuerto de Barajas, especialista en la detección de sustancias estupefacientes, lograban la incautación de más de cuatro kilogramos de cocaína que venía oculta en el doble fondo practicado en los laterales de una maleta. La mercancía procedía de Colombia y resultó detenida una persona como presunta autora de un delito contra la salud pública.