La mujer se anunciaba en Internet mediante una "web" en la que aparecían varios teléfonos de contacto en los que se podían contratar servicios de astrología y tarot. Para hacr efectivo el pago, los clientes debían proporcionar a la estafadora los dígitos de sus tarjetas de crédito y sus datos personales.

Posteriormente, la acusada utilizaba estos datos para efectuar por la Red pedidos y compras cuyo importe cargaba en las cuentas de sus víctimas.

Las investigaciones llevadas a cabo por la Ertzaintza se iniciaron a mediados de octubre, tras tener conocimiento de una serie de compras presuntamente fraudulentas realizadas por Internet en un gran centro comercial de la cpital vizcaína.

Asimismo, la policía vasca recibió una serie de quejas y denuncias de algunos usuarios y de sus entidades bancarias, afectados por el cobro de determinados artículos que supuestamente habían sido adquiridos por los afectados en empresas comerciales que operan en la venta de productos a domicilio a través de internet.

Las primeras averiguaciones aportaban que todas las operaciones de compra hechas en la Red habían sido realizadas por distintos usuarios de Euskadi, Madrid y Segovia,pero la dirección de los pedidos era siempre la calle Sarrikue de Bilbao, dirección que no coincidía con la de los clientes que presuntamente habían adquirido los artículos.

A continuación, la Ertzaintza constató que una persona domiciliada en la citada dirección regentaba un negocio de tarot telefónico, teniendo instalado en su domicilio un datófono para realizar cobros mediante tarjetas de créditos.