La conductora, que iba al volante de un "Suzuki Santana", matrícula de La Coruña, C-7696-AJ, se había saltado varios semáforos en rojo, y circulaba cambiando caprichosamente de carril y haciendo caso omiso a las señales de tráfico, poniendo en peligro al resto de los conductores.

Los policías la ordenaron que se detuviese en la Red de San Luis, aunque la joven prosiguió su marcha hasta la Gran Vía, en donde fue interceptada porlos agentes.

Cuando éstos se acercaron a ella para pedirle explicaciones por su conducta temeraria, Catalina P.B. les recibió en el coche con una copa en la mano, invitándoles a que la acompañaran. Además, los funcionarios comprobaron que en el interior del coche había varias papelinas de cocaína.

La joven, que dio positivo en el test de la alcoholemia, les dijo que no entendía por qué la detenían, porque el consumo de alcohol y de cocaína no está penalizado en España.

Los agentes se esforzaon para que la mujer comprendiera que su conducción suponía un peligro para el resto de los automovilistas, aunque al parecer, la temeraria conductora no estaba para muchas explicaciones, dado su alto grado de embriaguez.