Esta mujer era reclamada por homicidio y por apoderarse de los efectos de una de sus víctimas, a la que golpeó con una piedra y apuñaló en el cuello, causándole la muerte, por lo que puede ser condenada a una pena de entre 15 a 20 años de cárcel o incluso cadena perpetua en su país.

La policía la detuvo en virtud de una orden internacional, emitida en febrero de 2006 por una fiscalía de Bulgaria, por estos hechos, ocurridos en agosto de 2000.

La mujer había huido de Bulgaria en fecha no determinada y se cree que buscó refugio en otros países del este europeo, siendo a primeros del presente mes cuando las autoridades búlgaras, a través de Interpol-Sofía e Interpol-Madrid, solicitaron del Grupo de Localización de Fugitivos la práctica de gestiones tendentes a la localización y detención de Tanya Georgieva Dimitrova.

Realizadas numerosas investigaciones para su localización, se pudo determinar que la mujer, al igual que sus padres, había solicitado la regularización de su situación como extranjeros en España. Finalmente fue localizada en la población madrileña de Moralzarzal, donde fue detenida.