El primero fue internado en el hospital de La Princesa, ya que sufre cuatro heridasde arma blanca, tres en la espalda y una en el estómago.

El suceso ocurrió en la medianoche del pasado lunes. Una mujer entró en el establecimiento, situado en el número 1 de la calle Calasparra, en el distrito de Hortaleza, y encañonó con un revólver al dueño y a su hijo, únicas personas que estaban en el local.

La atracadora les amenazó para que le entregaran la recaduación, pero en ese momento se cayó al suelo el tambor del arma.

El padre y el hijo intentaron reducir a la mujer, pero éstallamó a gritos a su compinche, que estaba vigilando en la puerta. El delincuente acudió al instante y tras apuntar a las víctimas con una escopeta de cañones recortados dijo: "Esta sí es de verdad".

A pesar de ello, el propietario del bar, Ceferino García, se enfrentó con un cuchillo al atracador, que efectuó un disparo e hirió en el tórax al industrial.

Sin embargo, Ceferino no sólo le arrebató el arma, sino que le pinchó varias veces, aunque finalmente los asaltantes huyeron sin dinero alguno. Los funcionarios del Grupo de Investigación de la comisaría de Chamartín se encargaron del caso y horas más tarde identificaron a supuesto responsable del disparo, Luis Mariano Alelu Esteban, que tiene varios antecedentes por atracos y tráfico de drogas.

Los agentes fueron ayer al domicilio del sospechoso, en la calle Jazmín, y al llamar a la puerta Luis Mariano manifestó que ya sabía a lo que iban. Les entregó los restos del revólver que había empuñado su mujer, así como una camisa manchada de sagre.

A simple vista se apreciaba su mal estado físico, ya que apenas podía moverse a causa de las heridas por arma blanca que tenía en la espalda y el estómago.

Según explicó a los funcionarios, decidió perpetrar el atraco para conseguir dinero con que pagar la fianza de su hijo, recluido en prisión por un delito del mismo tipo.

Tras detener a los dos autores materiales del delito, la policía arrestó también anoche a María Angeles Gámez Serrano, de 28 años, que trabajaba de cocinera en el ba asaltado. Al parecer, ella facilitó a la pareja los datos precisos para cometer el delito, a cambio de parte del botín.