El Gobierno incrementó las pensiones en un 2% a principios de año, pero, en función de la ley de consolidación y racionalización del sistema público de pensiones, los beneficiarios de estas prestaciones tienen garantizado el mantenimiento de su poder adquisitivo.

Cuando se conoce la inflación de noviembre -a mediados de diciembre- se comprueba la diferencia con el incremento inicial y se calcula la compensación a los pensionistas.

Según el dato de IPC conocido hoy correspondiente al mes de octubre, la inflación se situó en el 3,5%. De mantenerse esta cifra en noviembre, los pensionistas deberían ser compensados por ese punto y medio de diferencia, en un pago que reciben habitualmente a mediados de enero.

El coste para la Seguridad Social de dicha compensación asciende a 960 millones de euros, unos 64 millones por cada décima de desviación de la inflación.

Además, otros 960 millones tendrán que ser destinados a consolidar esta subida en la pensión de 2006, lo que eleva el coste a unos 1.920 millones.