La importancia del yacimiento radicaba en la naturaleza de os dibujos, ya que se trataba de los primeros restos antropomórficos descubiertos en las islas, y en los que se representaban figuras de guerreros, jinetes y caballos.

Entre las imágenes afectadas, también había símbolizadas figuras humanas comparables con las inscripciones lívicas norteafricanas.

El director general del Patrimonio Arqueológico del Gobierno de Canarias, Celso Martín de Guzmán, señaló que el destrozo supone una pérdida irreparable para el arte rupéstre.

Según los primeros comntarios de los expertos que han evaluado los destrozos, los grabados rupestres fueron arrasados al destrozar los paneles donde se encontraban los dibujos.

Respecto a los dibujos e inscripciones sobre roca, los analistas aseguran que los autores del destrozo golpearon insistentemente sobre las superficies decoradas con inscripciones, cuyos grafismos representaban escenas que se remontan al periodo prehispánico.

Entre los restos, fueron encontrados algunos dibujos que hacían referencia a los primers contactos entre los aborígenes de las islas y los conquistadores.