El premio Nobel de la Paz eñaló que el nuevo orden internacional está olvidando a las personas y abogó por la cancelación de la deuda externa de los países del tercer mundo, al tiempo que dijo que unidad de la iglesia podría ayudar "a este mundo que se está desintegrando rápidamente".

Desmond Tutu intervino hoy en la V Conferencia de CEI, Constitución que el Consejo Mundial de la Iglesias celebra desde ayer, miércoles, en la capital gallega y que concluyó en la sesión de esta mañana, con un minuto de silencio por los problemasbélicos y racistas que padecen la ex Yugoslavia, las repúblicas rusas, Africa y otros países del planeta.

El arzobispo anglicano dijo en su intervención que es bueno celebrar los logros conseguidos tras el final de la guerra fría y la liberación de Nelson Mandela, pero advirtió que no conviene estar eufóricos porque hay aún "demasiados aspectos sombríos".

Agregó que "la economía está en crisis y hay que buscar cabezas de turco. Fue así como Hitler pudo atacar a los judios" y recordó que esa situaión genera nacionalismos y racismos en Europa.

Desmond Tutu censuró las diferentes reacciones de los organismos internacionales ante los conflictos en países de distinta razas y recordó que EEUU intervion en Irak y no en Palestina y la ONU actuó en Somalia y olvidó a Yugoslavia.

"La unidad de la iglesia quizas puede ofrecer algo a este mundo que se está desintegrando rápidamente", manifestó, al tiempo que expresó su preocupación ante "las ofertas fáciles del capitalismo" que pueden enfrentar a la personas y no logran, en cambio, solucionar el sida o los problemás ético derivados de la biogenética.

"El nuevo orden mundial se olvido del coste social, como si las personas no importasen", dijo Tutu, para agregar que ya se ha demostrado en varias ocasiones que "una iglesia unida es la mejor arma" para luchar contra los problemas del mundo.