En la operación ha sido detenido el responsable de la empresa suministradora, Medinavet, y otras 22 personas más, entre los que se encontraban ganaderos, veterinarios y fabricantes de pienso, según la información facilitada por la Direccón General de Policía.

Uno de los componentes de estas sustancias prohibidas es el clempoperol, una molécula con efectos muy nocivos para la salud de las personas, "más dañina a largo plazo que los efectos que produce el conocido clembuterol", precisaron las citadas fuentes.

De acuerdo con la versión facilitada por la policía, el resto de los componentes prohibidos se desconocen, pero podría tratarse de homeopáticos y tranquilizantes no registrados por el Ministerio de Agricultura.

Las sustacias están siendo analizadas en el Centro de Alimentación del Ministerio de Sanidad y Consumo, que hasta la fecha no ha emitido ningún informe definitivo.

El responsable de la empresa distribuidora, Jorge M.N., tenía una cartera de 700 clientes, a los que vendía las sustancias prohibidas para el engorde y, al parecer, mantenía relaciones comerciales con un ciudadano belga, André Colmant, que fue detenido en noviembre del año pasado, en una gran operación internacional para poner fin al tráfico de hormnas entre Eslovaquia, Bélgica, Francia, Andorra, Africa del Sur y Colombia.

SIN REGISTRO SANITARIO

Las investigaciones policiales comenzaron hace unos meses, al obrar en poder de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid informes referentes a una posible utilización en el pienso de los animales de productos homeopáticos sin registro sanitario y tranquilizantes por parte de determinados ganaderos.

Los productos eran facilitados por un laboratorio alemán y distribuidos por la empresa Mednavet, S.L., radicada en la localidad de Brunete (Madrid). La empresa contaba con un grupo de veterinarios a comisión que visitaban a ganaderos de 8 provincias españolas y les suministraban directamente los productos de dicho laboratorio.

Según la policía, estos productos se ofrecen personalmente al ganadero, que paga al contado y sin factura, originándose un mercado clandestino de difícil localización.