A través de un comunicado, el Ministerio del Interior informó de que esta operación, denominada "Alacrán", se ha llevado a cabo en las provincias de Murcia, Girona, Barcelona, Asturias y Baleares, en las cuales han sido detenidas 14 personas.

En el marco de la intervención se han practicado 12 registros, en los que se localizaron 70 kilogramos de explosivos, 9 armas de fuego ilegales, varias armas prohibidas, además de varios silenciadores adaptables a armas cortas y largas, dispositivos de fuego ametrallador, cerca de 150.000 pistones detonadores y 20.000 cartuchos metálicos de diferentes calibres.

A los detenidos también se les ha intervenido 8 máquinas de recarga de munición, varios cañones en bruto sin mecanizar, una máquina fresadora y diverso material relacionado con la manipulación de armas y explosivos.

DESDE FRANCIA Y ANDORRA

Según la Guardia Civil, los explosivos tenían como destino el tiro deportivo, motivo por el que se iniciaron las investigaciones cuando se descubrió que en Murcia había personas que podrían estar facilitando pólvora y pistones detonadores a personas vinculadas con este deporte.

Además, estas mismas personas podrían estar traficando con munición metálica y con diversas piezas ilegales para armas, como silenciadores, culatas para armas cortas y mecanismos adaptables a armas cortas para permitir su fuego ametrallador, lo que acababa convirtiéndolas en verdaderas armas de guerra.

Las primeras investigaciones realizadas por la Guardia Civil permitieron detectar que la pólvora y los pistones detonadores estaban siendo introducidos de forma ilegal y clandestina desde Francia y Andorra.

Una vez en nuestro país, la mercancía era trasladada hasta Barcelona desde donde posteriormente, mediante terceras personas era distribuida a otras provincias utilizando para ello agencias de transporte de paquetería, en donde se vendía sobre todo a personas vinculadas al mundo del tiro deportivo para recargar su munición metálica.

No obstante, ante el riesgo de que este suministro de explosivos, detonadores y munición pudiera acabar desviándose a personas o grupos dedicados a la delincuencia común, se estableció un grupo conjunto de investigación entre la Guardia Civil de Murcia y de la Dirección General en Madrid, con el apoyo del resto de Comandancias afectadas, con el fin de llevar a cabo el desmantelamiento total de la red.

Posteriormente se pudo comprobar que otros integrantes de la red se encargaban de redistribuir nuevamente la pólvora y pistones detonadores a otras personas vinculadas también al tiro deportivo.