Las mismas fuentes aseguraron que el hallazgo del taller no tiene nada que ver con grupos terroristas, sino que se les considera delincuentes comunes. En relación con este hecho, tres personas fueron detenidas, de las que únicamente una ingresó en prisión.

Alertada de una venta ilegal de armas, la Ertzaintza procedióa investigar durante dos meses a Oscar M. L.P., de 25 años y natural de Arrigorriaga, aficionado a la reconstrucción de armas y fabricación de explosivos. Este compraba material usado y, a partrir de diversas piezas, montaba otras armas en perfecto estado de uso que posteriormente vendía.

El pasado fin de semana, la Ertzaintza procedió a detener a Oscar M. en una calle de la localidad de Arrigorriaga y, con una orden judicial, registró un trastero, ubicado en el domicilio familiar, donde estaba instaldo el taller de armamento y explosivos. En el momento de su detención, Oscar M. L.P., portaba un croquis para la modificación de un revólver.

En dicho trastero, la Policía Autónoma se incautó de tres armas cortas, abundante munición, silenciadores, varios kilos de pólvora y sustancias explosivas aún sin determinar.

Por esta misma causa, también fueron arrestados Germán L.A., de 53 años y residente en Lujua, quien fue detenido con una de las armas fabricadas por el joven con la numeración borrada ue se sospecha pudiera haber sido utilizada en algún atraco, y otro individuo, vecino de Arrigorriaga, que permanece en libertad en espera de un dictamen definitivo del Juez ya que fue arrestado con armas y explosivos.

El dueño del taller ingresó en la prisión de Basauri tras prestar declaración ante el Juez, mientras que el segundo de los detenidos quedó en libertad provisional. Todos ellos son acusados, entre otras cosas, de tenencia ilícita de armas.