En la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, Rodríguez Zapatero no avanzó si el PSOE apoyará o no la huelga general que los sindicatos tienen previsto convocar si el Gobierno no retira su proecto.

Recordó que el PSOE rechaza también ese texto por su "aliento obsoleto, la ineficacia de sus medidas y el paso atrás que supone en la protección" de los trabajadores. Además, señaló al Gobierno como "principal responsable" del escenario de confrontación, puesto que ha tomado la iniciativa "sin contar con nadie".

Invitó por ello al Ejecutivo a rectificar, retirar la reforma y demostrar así a la sociedad que gobierna con ella, "no a pesar de ella".

Pese a este rechazo frontal del proyect del Gobierno, Rodríguez Zapatero aseguró que su partido estará "hasta el último momento" pidiendo a ambas partes que dialoguen, comenzando de cero si es necesario, ya que la obligación de un partido político en este caso es preservar la paz social.

"Quiero que haya diálogo social y acuerdo. Lo quise cuando había un Gobierno socialista, lo quiero ahora que gobierna el PP, y lo querré cuando el PSOE vuelva a gobernar", insistió.

Para poner en marcha ese diálogo, el líder socialista consideró conveiente que el propio presidente llamara a los secretarios generales de CCOO y UGT. "Si les ha llamado cuando había fotos, les debe llamar cuando hay dificultad", aseguró.

En opinión de Rodríguez Zapatero, los dirigentes sindicales han demostrado en anteriores ocasiones su capacidad de diálogo y su responsabilidad. "¿Por qué habrían de cambiar? Quien ha cambiado es el Gobierno, y la mayoría absoluta es la causa", sentenció.

De esta forma, el líder socialista dejó clara su opinión de que la confrontción se debe a que en esta reforma, "como en otras, el Gobierno actúa desde la arrogancia y desde el lo tomas o lo dejas".