La investigación se inició tras la llamada de un ciudadano ecuatoriano, que comunicó a la policía que su hija, de 16 años, había abandonado el domicilio familiar.

El hombre explicó que después de varias llamadas telefónicas y una visita a la casa, acompañada del que presentó como su novio, desapareció de nuevo. Añadió que una conocida la había visto "en el ejercicio de la prostitución", en un local de la zona de Quintana.

El pasado 31 de octubre, el denunciante vigiló la puerta del local sospechoso y vio entrar a su hija. Inmediatamente puso este hecho en conocimiento de la policía, que se desplazó con rapidez al lugar.

En el establecimiento había varias mujeres, que declararon ejercer la prostitución libremente. Negaron que hubiera menores en esa actividad, ni siquiera que hicieran allí trabajo alguno. Al preguntarles por la joven que buscaban, una de las mujeres declaró que había dicho que tenía 18 años.

Los agentes inspeccionaron el lugar y encontraron a la menor, que salía de una de las habitaciones de la planta baja, habilitadas para los encuentros con los clientes, aunque no había nadie con ella. Estaba escasamente vestida.

La menor, que fue explorada en presencia de los padres. manifestó que su actividad en ese local era hacer compañía a los clientes que tomaban copas, pero que no mantenía relaciones sexuales con ellos. Añadió que de cada 20 euros que gastaban aquéllos en las consumiciones, 16 eran para ella y cuatro para el local.

EL 15 POR CIENTO

También dijo la menor que al llegar a casa su novio le cogía el dinero ganado y le entregaba a ella alrededor del quince por ciento. Por último, declaró que éste le había dado alguna paliza (en un caso por intentar hablar con sus padres por el teléfono móvil) y que intentaba obligarla a prostituirse, aunque ella no había accedido.

Además de esta joven, había otra, de 17 años, en el local. En presencia de su madre declaró que su trabajo en ese lugar era recoger algún dinero de las chicas, cantidad que ella les "ahorraba" y luego devolvía, menos el cobro de una pequeña comisión.

Aunque manifestó que de ninguna manera ejercía la prostitución allí, la madre de esta menor declaró tener la seguridad de que sí lo hacía y dio detalles que fundamentaban su seguridad.

En cuanto a las cinco mujeres detenidas, sólo una: Majorie Fabiola Y.S., de 27 años, tiene antecedentes policiales a causa de daños, lesiones e infracción a la Ley de Extranjería. A excepción de una, que está en tramite de renovación, todas se hallaban en situación irregular y se les ha iniciado expediente de expulsión. Las menores quedaron bajo la custodia de sus padres.