Según informó este jueves el Instituto Armado, ha sido detenido un ciudadano albanés que estaba al cuidado de esta plantación y que será acusado de los delitos contra la salud pública, cultivo o elaboración de droga y contra el patrimonio natural.

El operativo tuvo lugar el pasado 15 de septiembre, cuando agentes de Alfajarín (Zaragoza), mientras realizaban servicio por el medio rural, localizaron una gran plantación de marihuana en un paraje de El Burgo de Ebro.

Ante las dimensiones de dicho cultivo, avisaron a los especialistas de Policía Judicial, que se trasladaron rápidamente al lugar. Durante la inspección del terreno, los agentes localizaron a un varón de nacionalidad albanesa que se encontraba dentro de la plantación, próximo a un pequeño cobertizo construido artesanalmente y que fue detenido de inmediato, ya que se trataba del encargado del cultivo.

GENERADOR ELÉCTRICO ESCONDIDO

Posteriormente se inspeccionaron los casi 9.500 metros cuadrados que albergaban la plantación, que se descubrió contaba con una completa infraestructura para su cultivo, con sistema de riego de bombeo que tomaba el agua del río Ebro mediante dos bombas de achique con mangueras superficiales, hallándose además parcialmente oculta entre la maleza.

La alimentación eléctrica del sistema se realizaba mediante un generador soterrado y perfectamente oculto con un techado rudimentario, a lo que se sumaba un ventilador que hacía funciones de refrigeración. En el paraje también se localizaron bidones de fertilizantes, productos fitosanitarios y otras herramientas necesarias para el cultivo de esta sustancia.

La plantación contaba con más de 2.000 plantas de cannabis en avanzado estado de crecimiento y próximas a ser recolectadas, y se cultivaban en un terreno ubicado en una zona de interés comunitario (LIC).

El lugar forma parte de un paraje natural de gran valor ecológico que, además, está dentro de la Reserva Natural Dirigida de los Galachos de la Alfranca, que cuenta a su vez con la figura de protección de Zona de Especial conservación para las aves (ZEPA).

El cultivo era difícil de detectar al hallarse en una zona de difícil acceso, alejado a unos 500 metros de distancia de los primeros terrenos cultivables y a un kilómetro aproximadamente del único camino transitable del lugar.