Las jóvenes, una de ellas de 15 años, furon 'ligadas' el pasado 10 de agosto en una discoteca de Oporto, donde dos hombres les propusieron viajar en coche con ellos a Lisboa, a cerca de 300 kilómetros.

Aceptaron el ofrecimiento y se pusieron en marcha, pero cuando se quisieron dar cuenta ya estaban en España. Llegaron a Madrid y esa noche durmieron en el domicilio de uno de sus acompañantes. Previamente estuvieron en una discoteca de la capital.

Al día siguiente, y tras indicarles que las llevaban a otro establecimiento del mismo tipo,las subieron a un "Mercedes" y emprendieron viaje por la carretera del aeropuerto, según la muchacha de 15 años.

Después de aproximadamente hora y media de trayecto llegaron a un club de carretera, donde les explicaron que tenían que atender a los clientes. Ella se negó a mantener relaciones sexuales con éstos, por lo que fue obligada a realizar trabajos en la cocina.

En ningún momento podía abandonar el inmueble, ya que tanto ella como su amiga eran vigiladas de manera continua por el personal qe allí trabajaba. En esta situación permaneció durante tres días, al cabo de los cuales el dueño del club determinó que regresara a Madrid. De su traslado se encargó uno de los jóvenes que la había traído desde Portugal.

En una vivienda de la zona Centro de la capital permaneció encerrada durante más de una semana y vigilada continuamente, bien por el mismo individuo, bien por otra mujer portuguesa, amiga de aquél.

EMBAJADA DE PORTUGAL

La noche del 24 de agosto, aprovechando que su guardián se ncontraba en la ducha, pudo abandonar la casa. Estuvo vagando por distintas calles hasta que decidió acudir a la Embajada de Portugal en demanda de ayuda, pues deseaba regresar a su país y se encontraba sin dinero ni documentación. Los funcionarios lusos entregaron a la joven al Grupo de Menores de la Policía Judicial (Grume), donde prestó declaración.

El mismo día 25 era arrestado en un inmueble de la plaza del Angel de Madrid, de donde se había fugado la menor, Joao Manuel S., que alegó haber traídoa las dos compatriotas a España con su consentimiento.

El pasado día 29 se daba con el paradero de otro supuesto raptor, Alfredo Manuel J.M., detenido en la localidad madrileña de Leganés, donde residía. Los agentes le intervinieron dos vehículos, un "BMW 525" y un "Mercedes 190". También fue arrestada Elsa S.R., que vigiló a la chica mientras permaneció retenida en Madrid.

Por último, el 30 de agosto funcionarios de Albacete detuvieron al dueño del club "Ros Mary", Jorge S.C. En el establecimieno no se hallaba la otra muchacha portuguesa, amiga de la denunciante, ya que, según parece, había logrado burlar la vigilancia de sus raptores y regresar a Portugal.

De lo investigado hasta el momento parece deducirse que los detenidos forman parte de una red de trata de blancas, que introduce en nuestro país a mujeres de origen portugués para prostituirlas en clubes de carretera. La infraestructura de pisos, vehículos y teléfonos móviles son algunos de los elementos que avalan esa hipótesis, independentemente del caso concreto ahora descubierto.

Jorge S.C. cuenta con antecedentes por estafa, corrupción de menores y hurto, además de haber estado reclamado en dos ocasiones. Alfredo Manuel J.M. los tiene por apropiación indebida, amenazas y robo con fuerza; Elsa S.R., por estancia ilegal, y Joao Manuel S.R. carece de ellos.