La organización tenía abiertos varios establecimientos de compra-venta de coches de lujo en la localidad riojana de Calahorra, bajo la denominación de "Autos Calahorra", por medio de los cuales daban salida a los automóviles robados.

La Guardia Civil sospechó al detectar que varios vehículos de procedencia italiana pasaban la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en Burgos. Al comprobar la documentación delos turismos de lujo descubrió que había varios permisos de circulación falsificados.

Relacionados con esta red, los investigadores detuvieron a tres súbditos de orígen marroquí, dos de ellos con nacionalidad española, que regentaban "Autos Casablanca", y requisaron 42 vehículos de gran lujo.