La investigación se inició a principios del pasado mes de abril, a raíz de las vigilancias realizadas por la policía en las inmediaciones de uno de los puntos de venta de droga más concurrido de la Comunidad de Madrid.

Gracias a las vigilancias efectuadas, los agentes comprobaron que los ahora detenidos seguían un mismo modus operandi: los compradores aparcaban sus vehículos bajo el porche de la entrada y se introducían en el garaje de la parcela donde, a través de una diminuta ventana que comunicaba con la vivienda de uno de los matrimonios investigados, se distribuían las sustancias estupefacientes.

Los policías realizaron la entrada y registro de la vivienda ubicada en la parcela de la Cañada Real investigada, y como resultado fueron detenidas cuatro personas, con edades comprendidas entre los 18 y los 45 años, todos miembros de un mismo clan familiar, que pasaron a disposición judicial. Tres de ellos ingresaron en prisión.

Además, los agentes intervinieron 74,5 gramos de cocaína, 42 dosis de heroína, 129 gramos de sustancia adulterante, más de 3.500 euros, varios útiles para la manipulación de las drogas, cuatro teléfonos móviles y un vehículo de alta gama.

En el momento de las detenciones, uno de los investigados, para evitar ser arrestado, golpeó con la puerta de la vivienda a uno de los agentes en la frente y le abrió una brecha que necesitó para su curación siete puntos de sutura.