Los integrantes de la red ponían un anuncio en periódicos locales colombianos, en los cuales se ofrecía trabajo estable en España. A los interesados se les informaba de que podían viajar a España con un puesto de trabajo seguro. Una vez aceptada la propuesta, los interesados debían pagar 50.000 pesetas o aceptar un préstamo con un interés del 10%, que abonarían una vez en España.

Las víctimas llegaban a España como turista y el "cabecilla" de la red se hacía cargo de la manutención por un periodo no superior a 21 días. Cuando les encontraba trabajo, a través de anuncios en periodicos, los inmigrantes colombianos debían pagarle 150.000 pesetas.

Si no los encontraban trabajo, los utilizaba en labores domésticas en su domicilio con el pretexto de que era tiempo de aprendizaje. Además, se les ofrecía tarjetas de Telefónica falsificadas con las que han podido defraudar cantidades millonarias.