La operción, denominada "Viriato", se inició a raíz de la detención de seis personas el pasado año relacionados con el engorde ilegal de animales destinados al consumo humano y que permitió conocer la existencia de la red que ha sido desarticulada.

Los agentes centraron sus investigaciones en dos establecimientos dedicados a la comercialización de medicamentos veterinarios, donde pudieron observar cómo en un sólo día se vendían, bajo prescripción de un único veterinario, una cantidad de estos medicamentos suiciente como para tratar a más de 850 animales.

Las investigaciones posteriores permitieron averiguar que el veterinario no se encontraba presente cuando las recetas eran finalmente rellenadas con el nombre del medicamento.

Durante los registros efectuados en ambos establecimientos, se ha podido incautar abundante documentación que ha permitido constatar como se venía llevando a cabo la venta de medicamentos sin prescripción veterinaria alguna.

Los responsables de estos establecimientos ampaaban esta actividad ilícita cumplimentando documentos, "supuestamente recetas", que se encontraban en blanco y donde con anterioridad se había estampado el sello profesional y la firma de los veterinarios que actuaban en connivencia con los referidos establecimientos.

En esta operación, la Guardia Civil se ha incautado de numerosos medicamentos caducados expuestos para su venta al público, otros cuya caducidad era cercana al año y en algunos casos el envase había sido manipulado con la intención de moificar la fecha de caducidad.