Según informaron fuentes policiales, como responsables de la red ilegal han sido detenidos los ciudadanos marroquíes Larbi B., Abdelkadr R., y Millah J., a los que se incautó un millón de pesetas en metálico y varias libretas de ahorro.

Asimismo, la policía encontró diversa documentación, como expedientes en blanco del contingente de 1997 de regularización de extranjeros del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, y expedientes de proceso de documentación de extranjeros en situación irregular.

Como consecuencia de la operación policial, fueron detenidos también doce ciudadamos marroquíes que estaban alojados en una pensión en euta, a la espera de ser trasladados clandestinamente a la península.

Los potenciales inmigrantes eran captados por la organización en diferentes puntos del norte de Marruecos, e introducidos en Ceuta de forma clandestina, eludiendo los controles del perímetro fronterizo.

Los inmigrantes eran alojados en pensiones hasta ser trasladados a la península con documentación falsa, y ocultos en vehículos. Posteriormente, los marroquíes eran distribuidos por varios países de Europa.

La cantidad pagaa por cada uno de los inmigrantes ilegales para el traslado desde Marruecos a España era de 300.000 pesetas, cantidad que incluía los días de alojamiento hasta su traslado, que debería llevarse a cabo en pateras o en barcos pesqueros españoles.