Corazón artificial
Desarrollan un sistema que predice la funcionalidad de un corazón artificial
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Investigadores del I3A y del Cima Universidad de Navarra han participado en el desarrollo de un sistema capaz de predecir el comportamiento del tejido cardíaco fabricado en el laboratorio.
Según informó este miércoles el centro de investigación, se trata de una novedosa herramienta in silico, es decir, un diseño que permite modelar, simular y visualizar por ordenador la evolución y funcionalidad del tejido cardíaco biofabricado. Este estudio supone un avance en la construcción de modelos computacionales que permitan acelerar la fabricación en el laboratorio de un miocardio humano.
En esta investigación, que acaban de publicarse en el último número de la revista ‘Biofabrication’, también colaboraron la Clínica Universidad de Navarra, el Instituto Universitario de Investigación en Ingeniería de Aragón, el Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, la Universidad de Western Australia y la University College de Londres.
Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte en todo el mundo, y las complicaciones relacionadas con el miocardio se encuentran entre las principales causas de retirada de fármacos, tanto en la clínica como en el proceso de desarrollo del medicamento.
La medicina regenerativa trata de resolver este problema avanzando en la fabricación de tejido cardíaco humano para comprender qué origina daño al corazón y desarrollar fármacos y nuevas terapias más precisas para su tratamiento.
MENOS TIEMPO Y RECURSOS
Por ello, el investigador del Programa de Medicina Regenerativa del Cima e investigador principal del trabajo, Manuel Mazo, explicó que “evaluar todas las variables que afectan al desarrollo de cada tejido fabricado requiere gran cantidad de tiempo y recursos. Así, nuestro objetivo en este trabajo era diseñar una herramienta de predicción basada en información biológica y mecánica para agilizar este proceso”.
Para diseñar esta novedosa herramienta, los investigadores generaron minitejidos cardíacos humanos con diferentes características funcionales con el fin de introducir esta información en simulaciones por ordenador.
“Al introducir la información biológica recopilada en novedosas simulaciones computacionales, nuestro trabajo establece el camino para avanzar en el desarrollo de herramientas in silico para predecir la evolución del tejido cardíaco biofabricado tras su generación, y traza la ruta hacia una fabricación de tejidos más precisa y biomimética”, concluyó Mazo.
(SERVIMEDIA)
26 Oct 2022
ABG/gja