El artefacto, de dimensiones reducidas, fue enviado a la casa del letrado, en la calle Rocafort de Barcelona, con un remite de Cadeca (Coordinadora de Afectados de Defensa del Castellano), asociación a la que representa legalmente y con cuyos miembros antiene contactos a menudo.

Este hecho, según las mismas fuentes, hizo sospechar a Gómez Rovira del contenido del envío y por este motivo alertó a la Policía de la presencia de un paquete sospechoso.

Los artificieros de la Policía desactivaron el paquete, compuesto de un libro vacío en cuyo interior había un trozo de tubo grueso y material explosivo aún no identificado.

El envío del artefacto al abogado de Cadeca coincide con la agresión denunciada a principios de este mes por la presidenta e la asociación, Asunción García Pérez. Según su testimonio, unos individuos la golpearon e incendiaron su automóvil tras acusarla de ser "la madre del problema catalán".