LA DEPRESION INVERNAL SE DEBE A LA FALTA DE LUZ
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Las depresiones invernales no se deben tanto al frío como a la falta de luz. La escasa luminosidad altera el reloj biológico de las personas.
El "trastorno afectivo estacional" (SAD) afecta física y psíquicamente a muchas personas en todo el mundo. Expertos de la Universidad de Yale han estudiado los síntomas y la estrecha relación entre la luz y los "relojes biológicos" en invierno.
Este trastorno se ha considerado siempre una depresión "imaginaria", pero las recientes invesigaciones señalan que se trata de una verdadera depresión asociada a la estación del año.
Los síntomas incluyen fatiga, tristeza, decaimiento, problemas de sueño y aumento de peso, según el psiquiatra D. Oren, de la Universidad de Yale. Con la llegada del invierno, sobre todo las mujeres sufren estos trastornos, además de un deseo anormal por los carbohidratos.
Oren y su equipo han visto cómo la luz causa gran impacto en la hemoglobina de la sangre y sugieren el vínculo existente con el SAD. Paraello, compararon análisis de sangre de pacientes con este trastorno y análisis de pacientes "sanos" y concluyeron que la sangre de los pacientes con SAD no absorbía suficiente luz. "La sangre puede, por tanto, regular nuestros 'relojes biológicos', nuestra fisiología y nuestra conducta", ha declarado Oren.
La investigación del doctor Oren, al igual que otras anteriores, se ha centrado en la relación entre la luz y este desorden. Los días más cortos y oscuros del invierno ralentizan el "reloj biológico y alteran el equilibrio de los neurotransmisores, según esta teoría. La sensación resultante es de letargo.
Estudios anteriores demostraron que una terapia a base de luz proyectada sobre los ojos del paciente puede alterar su "reloj biológico". Según las observaciones del doctor Oren, la luz también influye a través de la piel de las personas.
(SERVIMEDIA)
31 Ene 1998
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