Esto violaría la normativa humanitaria internacional, por lo que las tres organizaciones han instado a la compañía a trasladar la factoría Mul-T-Lock, propiedad de Assa Abloy, delpolígono industrial de Barkan, que forma parte de asentamiento ilegal israelí Ariel en Cisjordania.

"Al decidir invertir en un asentamiento ilegal, Assa Abloy también contribuye a perpetuar un sufrimiento humano continuo, tanto para los israelíes como para los palestinos. Esto también significa que la empresa sueca contribuye a dificultar el proceso de paz, ya que las políticas relativas a los asentamientos son uno de sus mayores obstáculos", asegura Bo Forsberg, secretario general de Diakonia.

Según la ley humanitaria internacional todos los asentamientos israelíes en territorios ocupados de Palestina son ilegales, tal como han reconocido, entre otros, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el Tribunal Internacional de la Haya.

El pasado 9 de Octubre Diakonia, SwedWatch y la Iglesia de Suecia enviaron a Assa Abloy una copia del informe que han elaborado sobre este asunto, para que pudieran corregir posibles errores y comentar su contenido.

Por el momento la empresa no ha hecho ningún comentario sobre el hecho de que la factoría esté situada en territorios que el gobierno de Suecia, la ONU y la Unión Europea no reconocen como territorio israelí.

Tampoco han contestado a la pregunta sobre si han investigado los títulos de propiedad de dichos terrenos, para verificar que no se han violado los derechos de ninguna empresa o particular de la zona.

"La empresa se ha limitado a citar que cumple la legislación de Israel, sin embargo, la normativa internacional establece que la ley de aquel país no es de aplicación a actividades civiles desarrolladas en territorios ocupados no reconocidos como israelíes ni por Suecia, ni por la UE ni por la ONU", sostiene Margareta Grape, directora de asuntos internacionales de la Iglesia de Suecia.

Por ello las tres organizaciones reclaman a Assa Abloy que traslade su actividad de la zona industrial de Barkan a otro lugar donde se respete la normativa internacional, y que se cree un comité independiente para investigar la propiedad de los terrenos donde se encuentra la factoría Mul-T-Lock, e indemnizar a posibles perjudicados.