El segundo contingente de funcionarios viajó a la Ciudad Condal el pasado 17 de febrero para relevar al primer turno, que comenzó a trabajar en enero en tareas relacionadas con la seguridad ciudadana, mediante un increento de los coches radio-patrulla.

Los sindicatos criticaron entonces que estuviesen obligados a identificar a cualquier persona que circulase por las calles que vigilaban, aunque no fuese sospechosa de haber cometido delito. Según ellos, las autoridades policiales pretendían dar la impresión de que la seguridad de la ciudad estaba controlada.

Ahora, ANPU considera que la Jefatura Superior de Barcelona no está legitimada para desviar el trabajo de los agentes hacia otras tareas que no tienen encoendadas, como son las realizadas por las unidades polivalentes, encargadas de la custodia de presos y detenidos, vigilancia de hospitales y conducciones.

El sindicato afirma además que 24 vehículos radio-patrulla de Madrid, pertenecientes a la Casa de Campo y a Moratalaz, han viajado también a Barcelona, con lo que muchos policías de la capital no pueden patrullar por no tener con qué hacerlo.

Esto significa, a su juicio, que la Comunidad de Madrid tiene un importante déficit de seguridad, porquehay menos agentes en las calles para evitar robos, tirones, asaltos y otros hechos delictivos.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid aseguraron no tener constancia del traslado a la Ciudad Condal de los vehículos radio-patrulla.